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miércoles, 27 de julio de 2016

Cantabria.2.Rabas

Los calamares rebozados y fritos son una constante en los bares de toda España, pero en Cantabria y conocidos más popularmente como rabas, es donde alcanzan su máxima excelencia. Se sirven generalmente como una tapa (aperitivo) en muchos bares, acompañados de una rodaja de limón por si se desea aliñar al gusto, aunque nosotros no lo recomendamos.

Las rabas de Cantabria pueden ser clasificadas por la raza del calamar con que son confeccionadas. Éste puede ser maganopeludín o rejo, siendo el más apreciado el magano pescado a guadañeta, arte de pesca tradicional con que se pescan los cefalópodos de esta raza de unos 12 cmts de longitud.3 Las rabas de este tipo son denominadas "rabas de magano" o "rabas blancas".



INGREDIENTES

· Un magano bien fresco y hermoso (o calamar para los que no sois de Cantabria)
· Harina 
· Aceite de oliva suave
· Sal
· Limón para acompañar (totalmente opcional)

ELABORACIÓN

1. Limpiamos bien el magano y le partimos en tiras de un cm de ancho aproximadamente, separamos los tentáculos de uno en uno pero dejándoles enteros (quiero decir que no les partimos) y las aletas las partimos por la mitad.

2. Una vez lo hemos troceado lo colocamos en un plato que habremos cubierto con papel absorbente y lo secamos muy bien, este detalle es muy importante para que queden perfectos.

3. Cuando están bien secos salamos y enharinamos ligeramente, sacudimos para eliminar el exceso de harina y reservamos en otro plato.

4. Ponemos una cantidad muy generosa de aceite de oliva suave en una sartén y llevamos al fuego, cuando está bien caliente añadimos los trozos de magano (en tandas para que no descienda demasiado la temperatura del aceite si vamos a freír mucha cantidad) y freímos hasta conseguir que esté ligeramente dorado (evitar freírlo demasiado o perderán toda su gracia, además correremos el riego de que se queme la harina lo que supondría un verdadero desastre)
Mientras están en el fuego separamos los trozos con la ayuda de una espumadera para que no se peguen y conseguir una presentación mucho más atractiva.
Sacamos (intentando escurrir un poquito el aceite), emplatamos y llevamos a la mesa estas deliciosas rabas para disfrutarlas cuando aún están bien calientes.

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